Cuando era pequeño, mi papá me reclamaba que leía muy poco. Lo decía porque la principal parte de mi dieta literaria consistía en comics que compraba de segunda mano en el mercado y releía mil veces. Mi consumo de comics no ha hecho sino incrementarse con el paso del tiempo, aunque mi dieta incluye también libros sin ilustraciones. Ahora papá reclama que tenemos libros por todos lados.
En mi velador hay una pila de cuatro libros, de los cuales sólo estoy leyendo uno: Grave Peril de Jim Butcher, tercera novela de la serie The Dresden Files. Los otros tres son el volumen que recopila todo Azumanga Daioh (uno de los manga más divertido que haya leído), y las primeras dos novelas de The Dresden Files. En el escritorio hay dos libros abandonados a los que de vez en cuando les doy una hojeada, pero no me animo a seguir leyéndolos. En la sala/estudio tengo High Fidelity, y el MechWarrior: Technology of Destruction (me gustan los robots gigantes), que circulan por los varios muebles, repisas y alrededores. Hasta hace una semana también estaba por ahí Neuromancer, pero la reubiqué a un rincón del estante del segundo piso junto a una docena de otras novelas y varios tomos de una enciclopedia que por ahora están uno sobre otro mientras reorganizo el estante para darles un espacio. Todo eso sin contar los comics y revistas que habitualmente pueblan los muebles del estudio, los libros de Dungeons & Dragons que a veces terminan al lado de la PC, las cajas con los libros de cocina de mamá, la media docena de libros de política en el escritorio de papá (yo no los puse ahí), y el más de medio centenar de libros apilados en la habitación de papá (esos sí los puse yo, pero porque él mismo lo pidió). Así que… sí, creo que tenemos libros por todos lados.
Por otro lado, estaba pensando en comprar un Kindle para reducir un poco la saturación en los estantes, pero eso puede tomar un tiempo. Mientras tanto, y para no perder la costumbre de apilar libros, ya he comprado algunos en formato Kindle para leerlos en la versión para PC.
Eventualmente llegaré al punto en que logre ordenar todos los libros de la casa en varios estantes… o los libros tomarán el control total y tendré que pedirles permiso para poder pasar. Hasta entonces, sigo disfrutando el poder tener libros al alcance de la mano casi todo el tiempo.
'Nuff said.