Hola café, amigo mío ¿estás listo para empezar un nuevo día? Tu presencia siempre es bienvenida, sobre todo durante las largas jornadas de trabajo y las exquisitamente frías mañanas de invierno con la lluvia golpeteando la ventana. Buenos recuerdos.
¿Cuántos libros hemos leído juntos, querido café? ¿Cuántas películas hemos visto? Me has acompañado a escribir miles de palabras, a revisar docenas de álbumes, y a editar montones de fotos. Hemos tenido tiempos difíciles en los que he tenido que dejarte de lado porque básicamente eras tú o el pasaje de regreso a casa, y por muy tentador que seas no hay forma de que camine noventa kilómetros sólo para poder tomar una taza de café. Pero también hemos tenido nuestras buenas épocas. Y las seguiremos teniendo.
Adelante amigo café, a ver qué nos depara el día.
'Nuff said.