lunes, 4 de junio de 2007

La historia de Alexiel I y II, el dinosaurio amarillo y el hombre de nieve

Mientras escuchaba los álbumes de Joe Satriani que nunca pude conseguir, y esperaba que termine de bajar por BitTorrent la discografía completa de Styx (encargo de un amigo, Styx nunca estuvo entre mis bandas favoritas), me puse a tomar algunas fotografías y escribir esto. Demos un breve paseo por mi "estudio", es decir, la esquina de la sala de mi casa.

Espacio personal
Mi "estudio" es posiblemente el único espacio realmente personal que tengo en casa (mi habitación es cualquier cosa menos un espacio personal, salvo por el estante, aunque es invadido regularmente por algunos libros de mamá).


Me gustó la iluminación en esa foto, cortesía de la lámpara instalada en la parte superior del estante, ese resplandor que más parece un portal dimensional que una lámpara de escritorio... es probable que se me haya pasado la mano al usar un foco de 100watts.


La misma esquina, pero esta vez usé el flash de la cámara, sin apagar la lámpara, que sigue resplandeciendo como un portal dimensional. El escritorio era de mamá, pero se volvió mío desde que compré un escritorio más grande (el mueble al lado derecho de la foto, es un estante/escritorio con un cajón grande, tres cajones pequeños y suficiente espacio arriba como para guardar revistas viejas y algunas cajas vacías de juegos de video). El escritorio negro ahora alberga a Alexiel II, mi computadora.

La desafortunada historia de Alexiel I y su resurgimiento como Alexiel II
Decidí ponerle nombre a la PC desde que empezó a demostrar personalidad propia hace unos años, cuando sus cambios de humor eran similares a los de una adolescente de unos 15 años. "Alexiel" pareció una elección natural, pues en la época me había vuelto aficionado a Angel Sanctuary, un manga extraño, perturbador e interesante (como todos los mangas de Kaori Yuki), en el que aparecía una temperamental ángel llamada Alexiel. Le agarré cariño a la personalidad de mi PC, y llegué a acostumbrarme a sus cambios de humor, hasta que algo extraño pasó con el Windows XP. Entonces aún no tenía conexión a Internet y no era la mitad de geek de lo que soy ahora (que tampoco es mucho, pero me defiendo), y no pude descubrir qué fue lo que pasó. Sólo pude observar a Alexiel la PC mientras sufría una especie de colapso nervioso y dejaba de reconocer monitor, impresora, tarjeta de sonido y unidad de CD. Así que tras varios intentos inútiles por descubrir lo que podía estar mal, finalmente la llevé al técnico más cercano.
Alexiel la PC fue la desafortunada víctima de un técnico bastante inútil que decidió formatear el disco duro sin haber salvado antes la carpeta que no sólo tenía mi nombre, sino que estaba señalada como "información vital" en las notas que él mismo tomó cuando dejé a Alexiel para una revisión técnica. Después de perder información acumulada en el espacio de 9 años, decidí que no volvería a confiar en un técnico, a menos que se me permitiese estar presente en los procedimientos. Con mucha ayuda y harto trabajo logré recuperar parte de esos 9 años perdidos, pero Alexiel había perdido su personalidad y ahora se mostraba completamente dócil y predecible. Estaba bien, pero ya no era la misma.
El año pasado decidí que ya era hora de darle más poder a Alexiel, en la forma de más RAM y un disco duro más grande. Una falla de corriente determinó la muerte cerebral de la querida Alexiel. Con el disco duro irrecuperable, era hora de buscar al Dr. Frankenstein para que mi fiel compañera volviera a la vida. Muchos dólares más tarde, una descarga eléctrica daba vida a Alexiel II, ahora con 160GB de disco duro, 256MB de RAM, procesador Celeron de 2.53MHz, 128MB de video y una flamante quemadora. Desde entonces han habido algunas ligeras modificaciones (la RAM ahora es de 2GB, etc), y Alexiel II ha desarrollado una personalidad propia que viene a ser una versión madura de Alexiel I.


Parte de las mejoras son el teclado y mouse inalámbricos (que dieron un poco de problemas en un momento, pero eso es parte de la personalidad de Alexiel II), el monitor LCD de 17", la conexión a Internet, la nueva impresora y el USB Hub que resultó ser mucho más útil de lo que yo mismo esperaba cuando lo compré. También tuve que ponerle una fuente de poder nueva cuando la anterior decidió declararse en huelga. Espero poder cambiar los parlantes pronto, porque después de casi 11 años de servicio están dando señales claras de deterioro.

El dinosaurio amarillo
Casi tan enigmático y sicodélico como el submarino amarillo de los Beatles (ver posteo previo aquí) es este dinosaurio amarillo que ha formado parte de la parafernalia asociada a Alexiel I y II desde hace 10 años.
La primera computadora que tuve (una IBM Aptiva adquirida en la navidad de 1996) no traía un mouse pad, así que le encargué a mamá que me consiguiera uno en una tienda que había visto de pasada. Fue como en el cuento de Monterroso: cuando volví, el dinosaurio estaba allí. Es un personaje bastante peculiar, con sus enormes ojos ambar y su lengua roja. Asumo que es un tiranosaurio, pero quizás él mismo aún no lo sepa. En cualquier caso, tanto él como yo estamos felices de que sea amarillo y no morado.


El hombre nieve
El simpático émulo de Jack Frost me observa siempre desde la repisa , justo sobre el monitor. Me lo regaló una de las mejores personas que he conocido, poco antes de volver de Estados Unidos en marzo del 2003, y me ha acompañado desde entonces, siempre cerca de los lugares en los que paso más tiempo. Al principio estuvo sobre el televisor del que entonces era mi cuarto, justo frente a mi cama, de modo que era una de las primeras cosas que veía al despertar. Cuando me mudé al cuarto que ocupo ahora, el pequeño hombre de nieve pasó a ser parte de la decoración del estante/escritorio, hasta que se hizo instalar la repisa de la esquina que ha sido su hogar desde entonces. Siempre sonriente, siempre ahí en las buenas y en las malas, igual que la persona que me lo regaló.


El resto de la decoración de mi "estudio" la completan las docenas de DVDs colocados en el piso superior de la repisa, las cintas de VHS al lado del hombre de nieve, mi pequeña colección de Dragon magazine y varias carpetas con información de mis aventuras de Dungeons & Dragons y todo lo que he avanzado de mi tesis a la fecha.
Y esa fue la visita guiada a mi pequeño rincón personal, además de un poco de historia que quería contar.

Mientras escribía una buena parte de esto, se completó la descarga de Styx y escuché todo lo que aún no había escuchado de Joe Satriani. El reloj marcaba alrededor de las 4 de la mañana cuando terminé de escribir el borrador y ya era hora de dormir, igual que ahora.
Buenas noches, hombre de nieve.
'Nuff said.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Gracias a este postéo me enteré de la true history de Alexiel II... aunque la conocía maso siempre es bueno tener los detalles y ver las fotitos. Ya sé dónde van lo que sobra de los depósitos de Omni!!!

Teo Ríos dijo...

El dinero siempre bien invertido en cosas trascendentes! Recién ahora me doy cuenta de que nunca te conté la historia completa de Alexiel II, supongo que se me pasó igual que muchas otras cosas :P