¡Degenerados a la vista!

Esta semana pude participar nuevamente en una performance grupal y espontánea del perrito de Pavlov, cortesía del par de degenerados que tuvieron a bien abordar el bus y devorar salvajemente sendos cuartos de pollo a la brasa (con papas y ensalada, no faltaba más).
Pensé que sería una buena idea postear las fotos que pude tomar de aquel par de inenarrables. Al menos es una excusa tan buena como cualquier otra para blogear.





Me viene a la mente una pregunta: ¿qué hubiera pasado si se les caía una papa? En casa uno puede recoger la papa discretamente (si es que ha caído en la mesa... incluso si ha caído al suelo y el hambre ataca con artillería pesada), tal vez hacerle la señal de la cruz y devorarla como si no hubiera pasado nada, pero ¿en el bus? No creo que se pueda hacer lo mismo, aunque recen cincuenta padrenuestros y cien avemarías.
Anyway, no sean degenerados, coman antes de subir al bus o coman algo más discreto.
'Nuff said.