domingo, 22 de febrero de 2009

#39

Algunas veces se necesita más que el nombre para mantener funcionando un lugar. El bar al que mis amigos y yo fuimos ayer por la noche no es ni la sombra de lo que era antes de cambiar de dueño y de local. Comenzando con el hecho de que ahora no se puede conseguir una Guinness. ¿Cómo puede ser un bar irlandés si no tienen Guinness? ¿Ni siquiera una botella de Bushmills en la barra? Ahora que lo pienso, no he tomado una Guinness desde Lake Placid hace ya casi cinco años. La música está bastante lejos de la mezcla rock/pop/britpop de antes, y más cercana a alguna radio barata de la FM. En fin, quizás el próximo año podamos reunirnos en un bar que realmente sea irlandés.

Sea como sea, salvando todos esos pequeños contratiempos, fue divertido encontrarme nuevamente con mis amigos, aunque no fueron todos, pero de todas formas se sintió bastante bien. Es como si el tiempo no hubiera pasado, incluso sabiendo que sí ha pasado porque mi cabello está más largo, porque Alberto y Thais tienen tres gatos más, porque Marisabel ya tiene su consultorio, porque ninguno de nosotros está en el mismo trabajo en que nos conocimos, porque Ernesto está feliz con su enamorada, porque muchas cosas pueden haber cambiado pero las personas siguen siendo las mismas y eso es lo que importa. Incluso quedó abierta la posibilidad de finalmente jugar las aventuras de Dungeons & Dragons para que los dados dejen de protestar por la acumulación de polvo y falta de acción. Definitivamente una noche bastante productiva con los amigos de siempre.

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